LA VIRGINIDAD...Y LA CASTIDAD NECESARIAS PARA LA FELICIDAD
¿Virginidad?
Por: Claudia Orozco
¿Que la virginidad ha pasado de moda? ¿Que ya no hay chavos o chavas que aún lleguen vírgenes al matrimonio? ¿Que es un concepto arcaico y no tiene ya repercusiones en nuestro presente?
Bueno, bueno, hoy quiero hablar un poco de esto. Hay muchos mitos alrededor de la virginidad. Habría que definir primero qué es. Biológicamente hablando está representado por una pequeña tela llamada himen que se encuentra en la entrada de la vagina. Ésta se rasga cuando hay una penetración. Que si “hay veces que no se rasga” o “en ocasiones se puede romper por un traumatismo físico que no tiene nada que ver con una penetración” son asuntos en los que no me voy a meter hoy.
Quiero ir más allá de lo meramente físico. Porque nuestra sexualidad no se reduce a la genitalidad, somos seres sexuados desde el momento de nuestra concepción y esto empapa todas nuestras esferas: social, personal, mental, espiritual. Entonces, ¿es virgen o no aquel chavo o chava que “todavía no ha tenido relaciones”? A eso voy.
Si sabemos que nuestra sexualidad no sólo es física, la virginidad tampoco se reduce al himen. Tiene que ver con nuestros sentimientos, con el “hasta dónde has llegado” en caricias y tocamientos, con lo que has visto y/o vivido, con el “cómo te has dado a respetar” y “cómo has respetado a tu pareja”, con “cómo te sientes con Dios y tu relación de noviazgo”… ¡Vaya que se amplía el concepto!
¿Es pura una muchacha que no ha sido “penetrada”, pero que ha dejado que la toquen hasta por donde no se hubiera imaginado? ¿Es virgen un muchacho que no ha tenido relaciones pero que no respeta a las muchachas con quienes ha andado? Quiero que formemos un nuevo concepto de virginidad que no se quede en teoría, sino que llevemos a la práctica.
El plan que Dios tiene para nosotros es de perfecta felicidad. Dios llama a cada joven a realizar una misión que los va a llevar a la plenitud. En el caso particular de los novios, Dios se alegra mucho por su relación y los bendice a cada momento. Nuestro querido travieso Dios nos manda sentimientos, ilusiones y pensamientos a todos los enamorados como signo de que bendice nuestro amor. Así Dios también quiere que llevemos a cabo un amor tan puro como Él. Es por eso que nos exhorta a la virginidad.
No escribo estas líneas para sentenciar a aquellos que por amor se han entregado, sólo quiero hacerlos entender que el Amor es más que una entrega carnal, es todo un sacrificio de vida. Dios no nos condena, no lo hizo con la mujer adúltera, no lo hace hoy con nosotros, sólo que nos llama a vivir la virginidad plenamente, con nuestro corazón, mente y alma.
¿Has escuchado hablar de la “virginidad secundaria? Por falta de espacio no hablaré de ella, pero si tu corazón te indica el “regreso a casa”, puedes profundizar más al respecto. Te recomiendo la siguiente página: http://www.soloparajovenes.org/virgsecu.htm
Me despido preguntándote: ¿Qué es lo que tú realmente quieres? ¿Amar y ser amad@? ¿Entregarte por amor a Dios? ¿Ser feliz? Sabes el camino, sólo ármate de fuerzas por medio de la oración y empieza a practicar la virtud de la castidad.
Sonrían, ¡Cristo los ama!
Por: Claudia Orozco
¿Que la virginidad ha pasado de moda? ¿Que ya no hay chavos o chavas que aún lleguen vírgenes al matrimonio? ¿Que es un concepto arcaico y no tiene ya repercusiones en nuestro presente?
Bueno, bueno, hoy quiero hablar un poco de esto. Hay muchos mitos alrededor de la virginidad. Habría que definir primero qué es. Biológicamente hablando está representado por una pequeña tela llamada himen que se encuentra en la entrada de la vagina. Ésta se rasga cuando hay una penetración. Que si “hay veces que no se rasga” o “en ocasiones se puede romper por un traumatismo físico que no tiene nada que ver con una penetración” son asuntos en los que no me voy a meter hoy.
Quiero ir más allá de lo meramente físico. Porque nuestra sexualidad no se reduce a la genitalidad, somos seres sexuados desde el momento de nuestra concepción y esto empapa todas nuestras esferas: social, personal, mental, espiritual. Entonces, ¿es virgen o no aquel chavo o chava que “todavía no ha tenido relaciones”? A eso voy.
Si sabemos que nuestra sexualidad no sólo es física, la virginidad tampoco se reduce al himen. Tiene que ver con nuestros sentimientos, con el “hasta dónde has llegado” en caricias y tocamientos, con lo que has visto y/o vivido, con el “cómo te has dado a respetar” y “cómo has respetado a tu pareja”, con “cómo te sientes con Dios y tu relación de noviazgo”… ¡Vaya que se amplía el concepto!
¿Es pura una muchacha que no ha sido “penetrada”, pero que ha dejado que la toquen hasta por donde no se hubiera imaginado? ¿Es virgen un muchacho que no ha tenido relaciones pero que no respeta a las muchachas con quienes ha andado? Quiero que formemos un nuevo concepto de virginidad que no se quede en teoría, sino que llevemos a la práctica.
El plan que Dios tiene para nosotros es de perfecta felicidad. Dios llama a cada joven a realizar una misión que los va a llevar a la plenitud. En el caso particular de los novios, Dios se alegra mucho por su relación y los bendice a cada momento. Nuestro querido travieso Dios nos manda sentimientos, ilusiones y pensamientos a todos los enamorados como signo de que bendice nuestro amor. Así Dios también quiere que llevemos a cabo un amor tan puro como Él. Es por eso que nos exhorta a la virginidad.
No escribo estas líneas para sentenciar a aquellos que por amor se han entregado, sólo quiero hacerlos entender que el Amor es más que una entrega carnal, es todo un sacrificio de vida. Dios no nos condena, no lo hizo con la mujer adúltera, no lo hace hoy con nosotros, sólo que nos llama a vivir la virginidad plenamente, con nuestro corazón, mente y alma.
¿Has escuchado hablar de la “virginidad secundaria? Por falta de espacio no hablaré de ella, pero si tu corazón te indica el “regreso a casa”, puedes profundizar más al respecto. Te recomiendo la siguiente página: http://www.soloparajovenes.org/virgsecu.htm
Me despido preguntándote: ¿Qué es lo que tú realmente quieres? ¿Amar y ser amad@? ¿Entregarte por amor a Dios? ¿Ser feliz? Sabes el camino, sólo ármate de fuerzas por medio de la oración y empieza a practicar la virtud de la castidad.
Sonrían, ¡Cristo los ama!
Comentarios
Publicar un comentario